sábado, 1 de febrero de 2014

TERCER CAPITULO

¡Hola!
Este es el último de los capítulos de "Pegaso" que subiré al blog. Como os prometí, hasta el capítulo 3. Espero que lo disfrutéis y os animéis a embarcaros en esta aventura.


3

DYBÁ Y DAVID


Perséfone sorprendida tras esa revelación, no podía dar crédito a lo que oía. El amable y querido gobernador un horrible y temido pirata.
-¿Cómo puede ser?-preguntó-Pero si todos cuenta que fue un gran gobernador.
-Sería un gran gobernador en su momento de gobernador. Pero también era un pirata, o lo fue antes de ser gobernador-le dijo Alejandro y, como Perséfone seguía igual de sorprendida, continuó:- Verás, él fue secuestrado por unos piratas cuando tenía quince años. Sí, sé que regresó sano y salvo-aclaró rápidamente antes de que Perséfone lo interrumpiera- Pero cuando volvió, se dio cuenta de que no le gustaba su aburrida vida y decidió que le gustaba más ser un pirata. ¿A qué fue con veinte años su primer viaje para “establecer lazos”?
Perséfone asintió recordando todo lo que le había enseñado su padre sobre el gobernador David. Su padre le contó que fue secuestrado con quince años pero que encontró la manera de volver gracias a unos pescadores y, más tarde, cuando tuvo los veinte años, empezó con sus hazañas. Estás eran de tal calibre que tardaba meses y meses en volver.
-Pero he visto pinturas de él en el museo y no parecía un pirata-comentó Perséfone
-Es normal. No iba  a vestir como un pirata para que lo descubrieran. Supongo que cada vez que volvía, escondía la ropa en alguna parte-le explicó Alejandro.
-¿Y cómo sabéis vosotros que David y Dybá son la misma persona?-preguntó ceñuda Perséfone.
-De hecho, creo que somos los únicos que lo sabemos-respondió Alejandro- Verás, mi padre formaba parte de su tripulación. Ingresó en ella con sólo quince años. Estuvo siempre con él y conocía su secreto. Cuando Dybá murió, mi padre tenía treinta y ocho años, aún era joven y continúo con la piratería llevándome a mí con él. Antes de morir, mi padre me dio esta nuez que le había dado Dybá y me contó su secreto. Ese poema, esconde el secreto de donde guardó el tesoro que reunió durante sus años de piratería.
-¿Y tu padre no te contó donde estaba el tesoro?- le preguntó Perséfone
-No. Dybá nunca le contó a su tripulación donde llevaba sus bolsas de oro, pero sí dejó pistas por puro placer. Mi padre me dijo que Dybá no quería que su identidad oculta quedara en el olvido, así que escribió este poema a modo de acertijo en el que decía donde estaba su tesoro. Mi padre creía que estaba en la India porque se detuvo varias veces allí, pero también lo hizo en España, África, China…Así que no se sabe seguro donde se esconde.
Perséfone volvió a leer el poema. Estaba claro que había tres lugares importantes donde ocultar el tesoro según el poema. Estaba Andalucía, Grecia y su tierra natal, que Perséfone suponía era Galicia. Pero todo era muy extraño, no había nada más a simple vista, sólo lo que había escrito en el poema que no dejaba nada en claro. Y esos dibujitos junto a cada párrafo, parecían medias lunas o algo así.
-Espera, esto lo he visto antes-dijo Perséfone
-¿Qué cosa?-preguntó Alejandro a la vez que se acercaba a ella y miraba el papel por encima de su hombro.
-Este símbolo-contestó Perséfone señalando la última luna-Lo llevas tú en el cuello.
-Ah, eso ya lo sabía. Así fue como supe que era el poema de Dybá, es lo único en todo el museo que llevaba ese símbolo.-le explicó Alejandro.
-¿Me dejas verla?-le pidió Perséfone- Tal vez esté relacionada. ¿No has dicho que perteneció a David?
-Dybá-le corrigió Alejandro. Dudó un minuto antes de darle el colgante.
Perséfone dio el papel a Alejandro y empezó a examinar la nuez de cerca. Tenía grabado en ella el mismo símbolo que el poema. La nuez era muy vieja y algo sucia.
-¡Ya sé! Tendrá algo dentro-dedujo Perséfone, pero apenas intentó abrirla, Alejandro se la quitó de las manos.
-No. Era de mi padre. No dejaré que la destroces-le dijo Alejandro enfadado
-Pero, capitán, podría contener alguna pista dentro-trató de convencerle Cacín.
-Ese viejo pirata era muy listo. Seguro que se las apañó para guardar un mapa ahí dentro-argumentó Sacul.
-Además, técnicamente no era de su padre- dijo Profundo
-¡Basta!-dijo Alejandro enfadado- Soy el capitán y yo decidiré que hacer. Volved a vuestros puestos y mantened rumbo al sur.
Alejandro se fue hacia el timón algo disgustado. Perséfone fue tras él enseguida, ella no quería estar en ese barco y menos si era de piratas.
-Me prometiste que me devolverías a casa-le dijo Perséfone a Alejandro mientras este movía el timón de nuevo.
-¿Qué? Te prometí no tirarte por la borda-aclaró Alejandro mirándola molesto.
-Pero…yo tengo que volver a mi casa. Yo no quería quedarme aquí-replicó Perséfone disgustada
-Entonces, ¿por qué subiste?-le preguntó Alejandro mosqueado, pero continuó hablando sin esperar respuesta:- De todas formas, no puedo llevarte a casa. Así que disfruta del viaje.
Perséfone quiso recriminarle pero no pudo pues estaba al borde del llanto, así que se dio la vuelta y bajó hasta la cubierta. Alejandro se quedó mirando cómo se iba y observó que se pasaba una mano por los ojos. No sabía por qué, pero algo a la altura del estómago no lo dejaba en paz.
-¡Barriga de Oso! ¡Ven aquí!-llamó Alejandro, y cuando estuvo a su lado, le dijo:-Sustitúyeme un momento.
Dejó al timón a Barriga de Oso y se fue tras Perséfone. Se había subido al castillo de proa y miraba hacia el océano apoyada en la barandilla. Cuando vio que Alejandro se acercaba, se enjuagó la cara rápidamente.
-Mira, no puedo dejarte en casa porque me cogerían.-le explicó Alejandro con pesadez mientras también se inclinaba en la barandilla- Yo no puedo volver allí. Seguramente me estarán buscando por haber robado y formado todo aquel revuelo.
-Entonces, ¿qué se supone que tengo que hacer? ¿Quedarme en este barco para siempre?-le preguntó algo contrariada.
-No-negó Alejandro quitándole importancia- Puedo dejarte en otro puerto o ciudad y tú ya volver desde allí.
Perséfone reflexionó durante un momento mientras observaba el ondear del agua y como el cielo iba poco a poco oscureciéndose. Volver a casa era lo correcto, pero bajar de ese barco para estar en un lugar lejos de ella mucho mejor.
-Estar en otro sitio estaría bien-terminó por decir Perséfone.
-Genial-dijo Alejandro sonriendo y se volvió para marcharse.
-Espera-le detuvo Perséfone- Gracias. Si quieres puedo ayudarte con ese acertijo mientras busco ese otro sitio donde quedarme.
-Eso estaría muy bien. Necesitaré leer ese acertijo varias veces- le apuntó Alejandro y luego, mirando la nuez, preguntó:- ¿De verdad piensas que puede haber algo aquí dentro?
 -Tal vez. Pertenecía a él y tiene justamente el mismo símbolo…Mira, si la abrieses por la mitad, quizás luego se podría volver a unir.
-Es que…no quiero romperla. Sé que no era de mi padre pero fue de él durante un tiempo, y es el único recuerdo que tengo de él- le contó Alejandro mientras volvía a apoyarse en la barandilla.
-Entiendo-dijo Perséfone mientras asentía con la cabeza- No te preocupes. No es seguro que haya algo dentro. Leeremos mejor ese poema por si hubiese otra cosa.
Hubo un silencio mientras observaban en el horizonte como se iba el sol lentamente para dar paso a la noche.
-Sí, pero seguro que está en la nuez. Es la única cosa existente que supiésemos que pertenecía a Dybá-le dijo Alejandro-¿Cómo podría unirse?
-Si la partes por la mitad, podrías unir las dos partes atándolas con una cuerda pequeña o algo así-le explicó Perséfone.
-Eh, es cierto-coincidió Alejandro alegremente tras pensarlo. Miró el oscurecido cielo en el que ya empezaba a aparecer las primeras estrellas- De todas formas, me arriesgaré a hacer esto mañana. Ya está anocheciendo y no veremos bien la mitad de la nuez.
-Sí, será lo mejor-opinó Perséfone
-Mucha gracias, Per. Ha sido toda una suerte encontrarte-dijo Alejandro mientras le daba una palmadita en el hombro a la vez que sonreía.- Iré a contarle mis planes a la tripulación.
Alejandro se fue, dejándola sola en el castillo de proa. Perséfone escuchó desde allí como Alejandro alentaba a la tripulación con el plan de abrir la nuez. Todos se pusieron muy contentos y el ruido de carcajadas volvió a sonar.
Cansada, se sentó con la espalda apoyada en el barco, echó la cabeza hacia atrás y, mientras miraba las estrellas, pensó en su familia. Quizás ya estarían buscándola, ó alegrándose de haberse librado de ella. ¿Belinda estaría preocupada? Seguro que no, no le preocupó demasiado el no invitarla a su estúpida fiesta. ¿Y el resto? El resto no le importaba lo que sintieran…
Pero, ¿qué estaba pensando? Estaba sola, con unos piratas, lejos de casa y con escasas posibilidades de volver a tierra. Ella es la que tenía que estar preocupada. Se echó hacia delante de golpe y miró hacia su izquierda. Sólo había unos cuantos piratas en cubierta y Alejandro, como siempre, al timón. Él le había asegurado que la dejaría en tierra, en el lugar que ella quisiera. Parecía de fiar, pero a veces era tan imprevisible, tan infantil, que no estaba segura de que pensar sobre él o de si debía confiar. Aunque parecía buena persona...
Perséfone volvió a posar la espalda contra el barco y, mientras pensaba una y otra vez en su situación, se quedó dormida.



10 comentarios:

  1. ¡Buenas!Me gustaria saber una cosa:¿Qué tipo de novela te gustaria leer al ser esta de una escritora?¿De accion,una aristopía,romance etc?¿Que crees que es lo mas importante para que una novela tenga buen fondo,que la personalidad de los personajes este bien definida,o la trama o la forma de contar la historia?Yo escribo,(para mi...jaja)pero no sé como llevar a cabo la historia bien estructurada y como plasmarla en el papel.¿Algún consejo?Muchas gracias por todo de una pirata "Pegaso". PD:¿Cuando vas a.subir alguna entrada?Es que me encantan

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    1. ¡Hola pirata Pegaso!

      Gracias por escribirme y gracias por leer Pegaso y mis entradas.
      Me gustan todo tipo de novelas (aunque tengo debilidad por las de misterio y aventuras), me gustan independientemente de si se trata de un hombre o una mujer la que escribe, siempre que sea una historia interesante y me sumerja en ella por completo.
      Respecto a tu segunda pregunta, hay muchas personas que me hacen la misma, y por ello decidí hacer una entrada que espero responda tus dudas acera de ello.
      Una vez más muchas gracias y un saludo

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  2. Hola Rocío.¿Crees que Pegaso podría tener una segunda parte?¿O si no es así,que nueva novela escribirías?Besos

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    1. Hola, ¡muchas gracias por escribirme!
      He de reconocer que tus preguntas son muy interesantes y quizás este rondando por mi cabeza algo parecido a lo que me preguntas. Sólo puedo decirte que si estoy escribiendo una historia, igual interesante que Pegaso
      ;)

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  3. Hoooola,¿has hecho alguna firma?O,¿piensas hacer una?Soy de Granada,¿sabes de alguna libreria de Granada que venda libros de segunda mano?Muchas gracias.Besos

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    1. Hola! Gracias por tu comentario!
      Sí hice firma de libros cuando fue la presentación de Pegaso. No sé si volveré hacer otra, si hago alguna te aseguro que informaré de ello.
      Y respecto a librerías de segunda mano... lo cierto es que no sé ninguna, pero si la descubro la diré (promete tu lo mismo si te enteras de alguna porque estaré interesada jaja)
      Saludos

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  4. ¡Hola!¿Como haces para darle forma a los personajes,quiero decir,la personalidad?Yo no se,y me trae loca.
    ¿Antes de pegaso te has creado mas mundos con tu imaginacion?Cuales eran?Muchos besos :)

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    1. Hola! Gracias por escribirme!
      Tus preguntas son muy acertadas, mi nueva entrada son acerca de ellas pues muchas personas me pregunta al respecto. Espero que resuelva tus dudas en ella.
      Muchas gracias por seguir Pegaso.
      Un abrazo

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  5. Rocío,me he leido Pegaso y es una historia fantástica.Que te lleva al mundo de los piratas como nunca pensé que haría :)

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    1. Hola
      Muchas gracias por tus palabras, no sabes que ilusión me hacen. Es bonito saber que algo en los que has puesto todas tus ganas e imaginación, sea tan buenamente valorado como lo has hecho tú.
      Mil gracias por leer Pegaso
      ¡un abrazo enorme!

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