jueves, 18 de junio de 2015

PEGASO 2

¡Hola!
Pegaso es importante para mí y vive gracias a las quienes lo leéis. Por esa magia que creáis queridos lectores, quería regalaros un avance de "Pegaso 2 y la leyenda de las aguasmarinas". Será el prólogo y algunos capítulos que iré subiendo, espero que os guste. Y por favor, no tengáis reparo en comentar.

PRÓLOGO
“Las frondosas y altas hierbas se abrían a su paso rápidamente con un golpe, aunque algunas llegaban a arañarle la cara. El viento le agitaba el pelo, sus pies no permanecían en el suelo por más de un segundo y no volvía la vista atrás. Ángel corría como no lo había hecho en toda su vida, en una mano llevaba las dos piedras; en la otra, cogido por la cintura y colgado bocabajo, a su pequeño hijo de ocho años.
-Papá, yo creo que ya llevamos una gran ventaja, no hace falta correr tanto-le decía su hijo con voz temblorosa por los traspiés de su padre, a la vez que intentaba protegerse de los golpes de las lianas y las altas hierbas con sus pequeños brazos.
-Sí que hace falta. Uno no debe rendirse hasta que no haya conseguido lo que quiere de verdad, por muy cansado que se encuentre y duro que sea el camino-repuso su padre sin parar de correr, apartando con la otra mano que mantenía cerrada, los obstáculos herbáceos-. Ya estamos a punto de llegar, hijo.
Pronto, una playa se abrió ante ellos. Allí les esperaba un barco de madera oscurecida y velas amarillas. Éste estaba amarrado en perpendicular a la orilla, con la proa mirando a mar abierto.
-¡Echad la escala!-gritó Ángel al barco.
De inmediato, una escala bajó desde la toldilla, Ángel hizo subir rápidamente a su hijo por ella y después lo siguió. Una vez a bordo, Ángel volvió a hablar.
-Rápido, zarpemos ya-ordenó a los hombres que se hallaban en cubierta mientras su hijo corría hacia ellos.
-¿Qué ha pasado con el rosetón?-le preguntó el joven alto y con una amplia barriga que estaba al timón.
-Un simple cuento-respondió Ángel con rapidez, apartando el cabello negro que caía sobre su cara-. Nosotros nos desentendemos y nuestro amigo también.
-¿Y las piedras?
-Nos las repartimos. Creo que me quedé con la mejor parte-contestó Ángel con una sonrisa en los labios y mostrándole el par de hermosas piedras de un verde o azul indefinido que llevaba en su mano.”


Proximamente, el primer capítulo.
Suerte, luz, fuerza y feliz día a todos.